lunes, 16 de marzo de 2015

La vida de Alicia














(serie en proceso)

Es necesario explicarse la fotografía, conocer este artilugio, descifrar lo mágico y reducirlo al simple entendimiento. Este es un trabajo personal donde cada quién llega a sus propias conclusiones. A partir de ese punto, se crea la base del lenguaje desde donde operan las imágenes. Pienso es necesario entenderla como un registro de la luz pero no un documento en su totalidad, si no más bien como un sesgo, o una huella de una parte de la percepción del entorno. La fotografía en sí se convierte en una representación visual, en  una imagen, aislada de todo su contexto, en un elemento único capaz de auto contenerse y ser percibida.
Como tal será real, solo desde el entendimiento de esta como algo nuevo. Metafóricamente hablando aislamos un sonido de una sinfonía, este sonido no constituye la melodía, si no que se convierte en un elemento independiente y básico que podemos percibir e interpretarlo por si solo (auto contención), sin necesidad de presentarlo en su contexto y por supuesto abierto a otras interpretaciones.
Sin embargo por su naturaleza básica como parte de un todo, este no pierde su capacidad de relación con otros elementos de su misma naturaleza, y se convierte en un elemento articulable. Se puede Reconstruir a partir de esto otras relaciones, otras melodías.


En esta serie, entiendo la imagen como un instante sin historia, como un sonido, una vocal, una abstracción, una huella de la continuidad de la cual desconozco la historia o al menos así me lo planteo, y reconstruyo una articulación nueva (dúos, tríos,…)  ajena a toda información exterior, sin explicación y sostenida solo por la historia que ella misma es capaz de contar desde la interpretación del espectador.

“La única historia que debe acompañar una imagen, es la del propio espectador”

Vicente González Mimica.

Cinco marineros y un ataúd verde

Extracto de el trabajo para la fotonovela basada en el cuento de Francisco Coloane " Cinco marineros y un ataúd verde".











Puerto Percy

Construído en la década del 50 en la isla de Tierra del Fuego, sirvió como lugar de acopio y carga de hidrocarburos mientras duró la época de oro de la extracción de petróleo en la patagonia chilena.

Fue ocupada durante aproximadamente 45 años por operadores de ENAP y sus familias, generadores una pequeña villa que contaba con todas las comodidades para ellos. Hoy se encuentra abandonada, constituyendo un vestigio de la dinámica con la que se puebla la extensión en la Patagonia chilena, transformando el paisaje y el medio ambiente en algo descartable al servicio de la producción económica.