(serie en proceso)
Es necesario explicarse la fotografía, conocer
este artilugio, descifrar lo mágico y reducirlo al simple entendimiento. Este
es un trabajo personal donde cada quién llega a sus propias conclusiones. A
partir de ese punto, se crea la base del lenguaje desde donde operan las
imágenes. Pienso es necesario entenderla como un registro de la luz pero no un
documento en su totalidad, si no más bien como un sesgo, o una huella de una
parte de la percepción del entorno. La fotografía en sí se convierte en una
representación visual, en una imagen,
aislada de todo su contexto, en un elemento único capaz de auto contenerse y
ser percibida.
Como tal será real, solo desde el
entendimiento de esta como algo nuevo. Metafóricamente hablando aislamos un
sonido de una sinfonía, este sonido no constituye la melodía, si no que se
convierte en un elemento independiente y básico que podemos percibir e
interpretarlo por si solo (auto contención), sin necesidad de presentarlo en su
contexto y por supuesto abierto a otras interpretaciones.
Sin embargo por su naturaleza básica como
parte de un todo, este no pierde su capacidad de relación con otros elementos
de su misma naturaleza, y se convierte en un elemento articulable. Se puede
Reconstruir a partir de esto otras relaciones, otras melodías.
En esta serie, entiendo la imagen como un
instante sin historia, como un sonido, una vocal, una abstracción, una huella
de la continuidad de la cual desconozco la historia o al menos así me lo
planteo, y reconstruyo una articulación nueva (dúos, tríos,…) ajena a toda información exterior, sin
explicación y sostenida solo por la historia que ella misma es capaz de contar
desde la interpretación del espectador.
“La
única historia que debe acompañar una imagen, es la del propio espectador”
Vicente González Mimica.